Chile es un destino turístico fascinante y diverso que ofrece algo para todos los gustos.
Desde el desierto más árido del mundo, el desierto de Atacama, hasta los glaciares imponentes de la Patagonia, Chile es un país de contrastes naturales.
Chile
Chile es un país largo y angosto, que se extiende entre la Cordillera de Los Andesy el Océano Pacífico al suroeste de América del Sur. Sus coordenadas van desde la latitud 17° 30′ sur en la zona del altiplano, llegando a los 56° 30′ sur en su partecontinental y 90° sur, en territorio antártico.
Chile tiene varias particularidades geográficas: posee territorio en la Polinesia con la Isla de Pascua, a 3.700 km de la costa (Chile Insular), en la Antártida (Chile Antártico, 1.250.000 km2) y en el continente sudamericano (Chile continental e insular, 756.096 km2). La superficie de Chile continental e insular equivale aproximadamente a más del doble de la superficie de Alemania, aunque repartida en un franja de 4.200 km de longitud por 90 km en su parte más angosta y 440 km en su parte más ancha, recortada por cientos de islas y fiordos en su parte más austral.
La capital y principal ciudad en cantidad de población y empleos es Santiago(6.061.185 habitantes según el censo de 2002). Ubicada sobre el paralelo 33° sur, en similar latitud que Buenos Aires o Montevideo, es el mayor centro político, económico, cultural e industrial del país. Con seis millones de habitantes, es la puerta de entrada a Chile y una de las más modernas capitales en el continente.
Chile está en medio de dos grandes fuerzas de la naturaleza: al oeste el Océano Pacífico y por el este la Cordillera de Los Andes con cumbres de gran altura. El país está ubicado al suroeste de América del Sur y limita con Perú al norte, Bolivia al noreste y Argentina al este. Chile es el séptimo país sudamericano por tamaño con una superficie continental de 756.096 km2.
El territorio continental chileno va desde los 17°30′ hasta los 56°30′ en latitud sur, comenzando en el altiplano, abarcando el Desierto de Atacama y llegando hasta las islas más australes del mundo en Tierra del Fuego.
Desierto – arqueología y cielos estrellados
Esta enorme zona abarca el Desierto de Atacama, el más seco del mundo, con sus salares, termas y geisers, grandes minas de cobre y otros minerales, como la de Chuquicamata, en Calama, y otras a grandes altitudes en el altiplano, y fértiles quebradas y oasis cuyos frutos únicos invitan a tours gastronómicos.
En el altiplano, hogar de pueblos indígenas, la influencia incaica y española se resguarda en antiguos poblados y fiestas religiosas, que hoy siguen convocando a gran cantidad de fieles en distintas épocas del año. Aquí encontrarás valiosos vestigios de las culturas originarias en sitios arqueológicos y museos, como el de San Pedro de Atacama, y atractivas ciudades en la costa, como Arica, Iquique, Antofagasta,Coquimbo y La Serena, que te encantarán por sus playas y buen clima, cálido y parejo. En el desierto, en invierno, la historia es otra: la temperatura varía desde -7°C a 26°C entre la noche y el día.
En el área de Copiapó, el desierto se vuelve fértil gracias a la camanchaca, una bruma que sale del mar y que permite la vida en impactantes reservas naturales como el Parque Nacional Pan de Azúcar y el Parque Nacional Fray Jorge, y entre las ciudades de Copiapó y La Serena –está ultima a 470 km de Santiago–, aparecen los valles y sus viñas de reconocidos piscos y vinos.
Si bien el norte de Chile es minero, también es sitio de observatorios astronómicos. Los más impresionantes, Cerro Paranal y Proyecto Alma, confirman a esta zona como tierra de mágicos descubrimientos.
Santiago de Chile
Es la capital de Chile. Aquí se concentra la mayor actividad económica, administrativa, cultural, comercial, industrial y política de Chile. Fue fundada el 14 de febrero de 1541 en el valle del río Mapocho, a los pies del cerro Santa Lucía, por Pedro de Valdivia.
Se sitúa en el valle central, entre la cordillera de la Costa y los Andes. La imponente presencia de la Cordillera en el valle se manifiesta a través de los cerros San Cristóbal y Santa Lucía.
El clima que posee la zona es el de mediterráneo de altura, templado, con regulares variaciones de temperatura entre invierno y verano. Las lluvias se concentran entre los meses de marzo y septiembre (otoño e invierno) y resultan muy escasas durante el verano. La temperatura media anual es de 14ºC. El promedio es de 9ºC en invierno y es de 22ºC en verano, aunque a veces puede superar los 30ºC durante esta estación.
La ciudad posee obras urbanas de importancia cultural como La Casa Colorada (1769), el Puente de Calicanto (1780), el Palacio de la Moneda (1805), la Alameda de Las Delicias (1820), el Cementerio General, el edificio del Congreso Nacional (1875).
Temuco – Conoce las tradiciones de la Araucanía
Los amantes de la naturaleza pueden explorar los bosques y lagos de la Región de Los Lagos.
Además, Chile cuenta con una rica herencia cultural, desde las históricas calles de Valparaíso hasta la vibrante vida urbana de Santiago.
A solo siete cuadras de la Plaza de Armas de Temuco se encuentra el Monumento Natural Cerro Ñielol, la única Área Silvestre Protegida de Chile que se encuentra en el radio urbano de una ciudad. Empápate de la naturaleza con sus bosques de peumos, boldos, olivillos, robles, laureles y ulmos y conoce también su historia, ya que aquí se encuentra la “Patagua del Armisticio”, que recuerda cuando el pueblo mapuche hizo entrega de sus tierras a los colonizadores para la creación de la ciudad.
Si deseas conocer más de la historia recorre el Museo Regional de Temuco, ubicado en una antigua casona colonial declarada Monumento Histórico Nacional. Aquí podrás ver más de tres mil objetos que comprenden colecciones pictóricas, fotográficas y arqueológicas de la Araucanía.
No puedes irte de la ciudad sin antes visitar el Mercado Municipal. Cientos de pequeñas tiendas de artesanías y souvenirs se mezclan con los olores de los restaurantes que ofrecen una variada y atractiva cocina local. Platos a buenos precios como pailas marinas, pescados, cazuelas, pastel de choclo (maíz) y humitas (maíz rallado y cocido, condimentado con cebolla y envuelto en las hojas de las mazorcas) te tentarán cuando camines por sus multicolores pasillos.
Patagonia Magallanes – Vive la magia de llegar al fin del mundo
Aún existen lugares en la Tierra donde puedes observar en 360° y encontrarte solo tú y la naturaleza. En la Patagonia Sur podrás realizar trekking, birdwatching, kayak, montañismo, escalada, caminatas en hielo, ciclismo, cabalgatas, observar ballenas y un sinfín de actividades orientadas a viajeros inquietos como tú.
La alta latitud en que se encuentran estas tierras permite una luz diferente, repleta de contrastes, colores y formas. Ven a sorprenderte con los amaneceres y atardeceres en el Parque Nacional Torres del Paine, donde las montañas se tiñen de rojo y podrás observar de cerca cóndores, zorros, guanacos, ñandúes y pumas. No dejes de hacer trekking en alguno de sus senderos, que son los más apetecidos de la Patagonia. Travesía a pie que debes complementar en el circuito Dientes de Navarino, el trekking más austral del mundo, ubicado en Puerto Williams.
Navega por los fiordos, canales y por el Estrecho de Magallanes, disfrutando la presencia imponente y milenaria de cientos de glaciares. Aquí también podrás ver enormes colonias de pingüinos, y navegar cerca de delfines, orcas y ballenas jorobadas. En el Parque Marino Francisco Coloane se reúnen más de cien de estas ballenas, siendo el único sitio del hemisferio sur donde se alimentan fuera del continente blanco.
Llega hasta el Cabo de Hornos, el punto más austral del continente, o sigue más allá hasta llegar a la Antártica, un tesoro científico y ecológico que no puedes dejar de visitar.
Isla de Pascua – Rapa Nui, el ombligo del mundo
Rapa Nui o “Tepito Ote Henua” (“Ombligo del Mundo”), como la llamaban sus antiguos habitantes, es la isla habitada más remota del planeta. No hay otra porción de tierra en el mundo tan aislada en el mar y esa misma condición le otorga un aura de fascinante misterio.
Es un Parque Nacional, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, y que tiene de todo y para todos: playas con arenas de color rosa, como la de Ovahe, o de encanto paradisíaco como la de Anakena, volcanes y praderas para recorrer a pie o a caballo, flora y fauna marina para descubrir buceando, cavernas para recorrer en silencio, ymoais que fueron testigos del auge y la caída de una sociedad estratificada y compleja.
Se estima que los primeros habitantes de Rapa Nui llegaron desde las Islas Marquesasen el siglo VI y que durante más de mil años no tuvieron contacto con el exterior. Eso hasta que el domingo de Pascua de 1722 fue descubierta para el mundo occidental por el navegante holandés Jakob Roggeveen, quien describió a los rapanui como “un sutil pueblo de mujeres hermosas y hombres amables”.
En la isla se desarrolló una cultura compleja, que tras su apogeo cayó en la escasez de alimentos y las consecuentes luchas tribales. El espíritu de esta cultura sigue vivo en sus habitantes, su lengua, sus vestimentas, su música, sus bailes, su artesanía y sus comidas. Cada mes de febrero, la vuelta a las raíces alcanza su punto máximo en laTapati, una fiesta de dos semanas cuyo corazón son las tradiciones y donde los rapanuise pintan el cuerpo como lo hacían sus ancestros, compiten en pruebas asombrosas, cantan, bailan y eligen a su reina.
El resto del año el encanto de la isla no disminuye. Su clima es permanentemente cálido, su infraestructura turística y de servicios mejora sostenidamente y la tranquilidad y belleza del entorno, junto a la gracia de sus habitantes, hacen que uno quiera volver siempre.